Melina Contreras se estaba ganando la vida trabajando en la entrega de mandiditos a personas que, por la emergencia del COVID-19, realizan cuarentena en Minatitlán y Cosoleacaque. Un grupo de ladrones la interceptó y asesinó para que entregara la moto en la que hacía mandados y el celular donde recibía los mensajes que le envían para entregar los pedidos.